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Lo primero que hemos las Hayas primero es salir del albergue.Nuria nos ha dicho que ibamosa visitar a su amigo Aurelio, todos pensabamos que rea una persona, pero era un caballo. Después hemos ido a ver una iglesia donde había tumbas, allí nos hicimos fotos haciéndonos pasar por muertos. Más tarde, nos dirigimos a Rocamundo, donde un señor nos enseño chorizos que saco de la matanza del cerdo. Después fuimos a Rebollar del Ebro, donde Nuria nos enseño una vieja escuela. Por último, fuimos a Campo de Ebro donde vimos una Iglesia rupestre donde nos hicimos fotos. Para regresar a Polientes de nuevo, hicimos 2 km por carretera principal. Redactado por los integrantes del grupo de las Hayas.
Por la mañana los Acebos hemos realizado una marcha hasta Ruijas. Para comenzar la ruta, subimos cuesta repleta de huellas de animales como el zorro, el corzo, el jabalí... Luego nos metimos por un caminito que conducía a los huesos descompuestos de una vaca, que se habían comido los lobos, después los zorros, más tarde los buitres y por último los seres vivos descomponedores (los hongos y las bacterias).
A continuación, volvimos al camino y seguimos con la ruta. Continuando el camino nos encontramos a la derecha un bosque de robles, y a la izquierda un plantación oscura de pinos que daba un poco de miedo.
Más tarde, bajamos a una ladera y visitamos una charca donde nos limitamos a pescar con redeños pero no había gran cosa. Pescamos pequeños escorpiones acuáticos....
Por último volvimos por la carretera nacional en parejas. ¡¡¡Nos lo hemos pasado genial!!!  Redactado por los integrantes del grupo de las Hayas.
Hoy como todos los días hemos ido a hacer una ruta por la mañana. Nuestro grupo hicimos la ruta del río Ebro: todo empezó cuando nos enseñaron una alcantarilla de los desagües de Polientes que iban a parar al río Ebro, pero antes pasaban por el filtro y la depuradora, luego fuimos a ver un bosque de Ribera donde había tres tipos de árboles diferentes.
Empezamos a subir la montaña, nos cansamos bastante, pero hicimos muchas paradas, nuestro monitor Nacho, nos hablaba de la fauna y la flora del paisaje. En una de las paradas había muchos caballos que estaban en un antiguo prado abandonado, no dejaban de molestarnos, y Nacho desesperadamente intentó espantarlos, pero fue inútil.
En la bajada buscamos huellas pero no había ninguna; tuvimos que elegir el camino correcto para llegar al albergue, aunque el monitor nos dio algunas pistas; cuando llegamos nos dimos una ducha y bajamos a comer.  Redactado por los integrantes del grupo de las Hayas.

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